Cuatro años atrás, Pedro Alfonso era un productor de televisión en el equipo de Marcelo Tinelli, pero su irrupción en la pantalla le cambiarían el rumbo a su vida. El romance con la por entonces concursante de Bailando por un sueño Paula Cháves superó los límites de la pantalla y los convirtió en una pareja de éxito en el teatro veraniego y en la vida privada.
En medio de los preparativos para Mansión imposible, Alfonso subió al camión de la escenografía las cosas de su hija Olivia.