La primera vez que mucha, muchísima gente, se organizó casi espontáneamente para ver televisión de una manera muy distinta a las formas tradicionales fue con Lost: la descarga de episodios apenas emitidos en Estados Unidos configuró una conducta pirata que obligó a las cadenas internacionales a actualizarse drásticamente. Así, las principales cadenas comenzaron a ofrecer lo que los piratas ya conseguían: los episodios disponibles para su visión al toque, o simultáneamente a su emisión vía TV.
Las nuevas plataformas para ver televisión por Internet están cambiando los modos de consumo de series y programas. Incluso la descarga de episodios parece estar quedando en el pasado.